La Vía Verde del Mar trascurre entre las localidades de Oropesa del Mar y Benicàssim, discurriendo por el antiguo trazado ferroviario de la línea del tren que bordeaba el litoral de ambas poblaciones. Con una longitud de casi 6 kilómetros (5,5 kms. en el término municipal de Oropesa), es apta tanto para ciclistas como peatones (también para personas con movilidad reducida), ya que dispone de un firme a partes asfaltado y a partes con gravilla compactada.

Se accede desde Oropesa del Mar por la Calle Tramontana, en la Playa de la Concha; y desde Benicàssim, por la Calle El Palassiet, junto a la Playa del Voramar. En transporte público se puede llegar a través de la línea de autobús Castellón-Oropesa-Castellón, teniendo parada en la Playa de La Concha (a unos 500 metros del acceso a la vía) y en la Urbanización Les Platgetes (a 1 km del inicio por Benicàssim).

Trascurre por parajes naturales de gran valor medioambiental, como el entorno natural del Monte Bovalar (con su vegetación autóctona y los pinos mediterráneos), las calas y fondos rocosos de la Playa de La Renegà o el entorno de Les Patgetes de Bellver. Durante el recorrido es posible descansar en áreas de recreo como la del Bovalar, con bancos y estacionamiento para bicicletas. Durante el trayecto es posible también contemplar el patrimonio cultural de Oropesa, Bienes de Interés Cultural como el Poblado íbero de Orpesa la Vella o las Torres vigías de la Corda y de la Colomera.

Desde Oropesa, la Ruta de inicia en el área de descanso de la Calle Tramontana, perpendicular al Paseo Marítimo de la Playa de La Concha. Se comienza con unas vistas panorámicas sobre la Playa de La Concha, la Cala del Retor, el poblado de Orpesa la Vella y el Puerto Deportivo. El Puente metálico que cruza la entrada al Puerto Deportivo es la antesala del túnel que, con sus 600 metros, constituye el acceso al Barranc de la Dona, a través del Monte Bovalar. La vía continúa bordeando el litoral, con distintas áreas de descanso y miradores. La Torre de la Corda nos recibe a la izquierda, accesible a través de una pequeña senda. La Renegà se despliega a nuestros pies en este punto, con calas rocosas y paisajes costeros escarpados. Un extenso mirador conduce hacia un paisaje atrincherado que culmina con otro balcón al mar y La Torre de la Colomera sobre un montículo. Un puente enladrillado y la vegetación autóctona son la compañía hasta el final del límite de Oropesa.